El suceso tuvo lugar en Florida (USA), cuando un hombre de 74 años entró en una sucursal bancaria para robar 1.100 dólares, ni uno más ni uno menos.
Sandy Hawkins entregó una nota a uno de los trabajadores en la que ponía que estaba armado, lo cual no era cierto, y que eso era un robo. El cajero sacó 2.000 dólares para entregar al atracador pero este le recriminó que era demasiado, que sobraban 900.
El hombre, conocido en la zona en la que se encuentra el banco, fue detenido posteriormente y explicó que necesitaba ese dinero tras la muerte de su esposa.
Finalmente, 15 Circuito Judicial del Condado Palm Beach ofreció el indulto Sandy Hawkins con la condición de devolver los 1.100 dólares y realizar 120 horas de trabajo comunitario.