La conocida calle de Alcalá ostenta el título de la calle más larga de Madrid pero, ¿sabes cual es la más corta?. Seguramente también has pasado por ella y si no lo has hecho, posiblemente hayas estado muy cerquita.
La calle Rompelanzas, con apenas 20 metros, se encuentra en pleno centro de la capital, en la Puerta del Sol, entre otras dos calles que te suenan: Calle del Carmen y calle de Preciados.
A pesar de tan corta longitud, esta pequeña calle tiene el privilegio de haber visto nacer a una gran seña de identidad de la zona, el Corte Inglés. Allá por 1890 se fundó una sastrería que se ubicó en ese rincón de Madrid hasta que, en 1935, Ramón Areces Rodríguez la compró y comenzó su andadura empresarial manteniendo el nombre original de la empresa.
La curiosa denominación de la calle parece provenir de los accidentes que sufrieron los carruajes del corregidor Luis Gaytán de Ayala y Juan de Ovando, por culpa de la cantidad de baches que había en esa zona. Y muchos os preguntareis, ¿y qué tiene que ver un accidente de carruaje con una lanza?. La respuesta está en una de las acepciones de la palabra lanza en el diccionario de la RAE.
Lanza” : “Vara de madera que, unida por uno de sus extremos al juego delantero de un carruaje, sirve para darle dirección. A sus lados se colocan, enganchándolas, las caballerías del tronco, que han de hacer el tiro.”
En el azulejo que muestra el nombre de la calle se puede ver una ilustración que vale más que mil palabras.
