El mantoncillo de flamenca es uno de los complementos más tradicionales y versátiles del traje de gitana. Se trata de un pañuelo triangular que se coloca sobre los hombros y se cierra por delante con un broche. Su origen se remonta a las antiguas andaluzas que lo usaban para protegerse del frío, pero hoy en día se ha convertido en un elemento decorativo que aporta color y personalidad al conjunto.
Existen muchos tipos de mantoncillos, desde los más sencillos y lisos hasta los más elaborados y bordados, pasando por los de plumeti, encaje, crepé o seda. También hay una gran variedad de colores, estampados y flecos para elegir. Lo importante es que el mantoncillo combine bien con el traje y los demás complementos, como los pendientes, el collar, la peina y las flores.
Pero además de la elección del mantoncillo, también hay que saber cómo colocarlo correctamente para que quede bonito y favorecedor. Aunque la forma más clásica es la de cruzarlo por delante y sujetarlo con un alfiler, existen otras formas más originales y modernas de lucir este accesorio. A continuación, te mostramos algunas de ellas.
El mantoncillo al cuello
Una forma muy actual y juvenil de llevar el mantoncillo es enrollarlo alrededor del cuello, dejando que los flecos caigan por la espalda. Esta forma es ideal para los mantoncillos lisos o con bordados discretos, ya que resaltan el escote y el rostro. Además, es muy cómoda y práctica, ya que no se mueve ni se cae. Para darle un toque más chic, se puede añadir un broche o una flor en el centro.
Llevar el mantoncillo sobre los hombros
Otra forma muy elegante y sofisticada de colocar el mantoncillo es dejarlo caer sobre un solo hombro, dejando el otro al descubierto. Esta forma es perfecta para los mantoncillos con bordados llamativos o con estampados florales, ya que crean un efecto visual muy atractivo. Además, es muy favorecedora para las mujeres con poco pecho o con hombros estrechos, ya que les aporta volumen y equilibrio. Para sujetar el mantoncillo, se puede usar un alfiler o un broche en el hombro o en el lateral.
Mantoncillo anudado a la cintura
Una forma muy original y divertida de llevar el mantoncillo es anudarlo a la cintura, como si fuera un fajín. Esta forma es ideal para los mantoncillos de colores vivos o contrastados, ya que rompen la monotonía del traje y le dan un toque de alegría y dinamismo. Además, es muy favorecedora para las mujeres con cintura estrecha o con caderas anchas, ya que les aporta definición y armonía. Para anudar el mantoncillo, se puede hacer un lazo, un nudo o una flor.
El mantoncillo como complemento sobre la cabeza
Una forma muy atrevida y vanguardista de colocar el mantoncillo es ponerlo sobre la cabeza, como si fuera un turbante o una diadema. Esta forma es perfecta para los mantoncillos de tejidos ligeros y suaves, como el plumeti, el encaje o la seda, ya que se adaptan bien a la forma de la cabeza y no molestan. Además, es muy favorecedora para las mujeres con el pelo corto o recogido, ya que les aporta volumen y personalidad. Para poner el mantoncillo, se puede enrollar, doblar o fruncir, y se puede adornar con una flor, una peineta o un broche.
Estas son solo algunas de las formas de colocar el mantoncillo de flamenca, pero hay muchas más. Lo importante es que el mantoncillo se adapte al estilo y al gusto de cada una, y que se sienta cómoda y segura con él. El mantoncillo de flamenca es un complemento que no puede faltar en el armario de una buena flamenca, ya que le da el toque final y distintivo a su traje. ¿Y tú, cómo lo llevas?