Las molestias causadas por los eventos realizados en el parque Enrique Tierno Galván, situado en el distrito de Arganzuela, han provocado quejas de los vecinos de la zona, quienes denunciaban el ruido, el daño medioambiental y la imposibilidad de disfrutar de este pulmón verde durante los espectáculos. En respuesta, la Junta Municipal de Arganzuela ha modificado las condiciones para el uso del auditorio del parque con el fin de “facilitar la convivencia vecinal”.
La concejala presidenta de Arganzuela ha aprobado un nuevo decreto que amplía el espacio disponible para el público más allá de las gradas tradicionales, aunque mantiene el aforo máximo en 7.488 personas, limitación ahora explícita. Además, se autoriza, previa autorización, la venta de alimentos envasados en el recinto, una práctica que hasta ahora estaba prohibida.
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha reconocido que esta regulación responde a las “quejas que ha habido en los últimos tiempos” por el uso del parque para eventos masivos. Según Almeida, aunque se amplíe el espacio destinado al público, el aforo se mantiene y será estrictamente controlado para evitar sobrepasarlo. El nuevo decreto permite la presencia de asistentes en zonas que anteriormente solo se usaban para servicios auxiliares, como aseos.
Para evitar la masificación y las aglomeraciones, el decreto elimina la división previa por zonas de uso, sustituyéndola por un plano que delimita la superficie máxima ocupable, que deberá estar señalizada y protegida con vallas. La intención es garantizar la comodidad y seguridad de los asistentes, limitando la asistencia a un máximo de 7.488 personas, frente a las cerca de 10.000 que podían estar presentes anteriormente según estimaciones.
Además, la regulación busca compatibilizar el uso del parque para eventos con la preservación del espacio para los usuarios que no acudan a ellos, manteniendo libres los caminos que rodean el auditorio. Los vecinos habían denunciado que los eventos provocaban cierres parciales del parque durante más de diez días, afectando gravemente el uso cotidiano de este espacio público.
El documento oficial destaca que la autorización para eventos no permite pisar ni colocar objetos en céspedes, praderas o elementos vegetales, ni anclar infraestructuras que puedan dañar el entorno. Las organizaciones responsables de los eventos deben garantizar que el parque quede en las mismas condiciones que antes del espectáculo.
En materia alimentaria, el nuevo decreto flexibiliza la normativa: se permite la venta y elaboración de alimentos y bebidas no envasados siempre que cumplan con las condiciones higiénico-sanitarias y dispongan de suministro adecuado de agua potable. Anteriormente solo se autorizaba la venta de productos envasados debido a las limitaciones de las instalaciones provisionales. Esta autorización excluye actos organizados por el Ayuntamiento de Madrid y sus organismos municipales.
El alcalde Martínez-Almeida ha insistido en que esta regulación busca equilibrar el uso del parque para actividades culturales y el descanso de los vecinos, garantizando la conservación del espacio y la tranquilidad en Arganzuela.