La delegada de Obras y Equipamientos, Paloma García Romero, junto a la concejala de Arganzuela, Lola Navarro, han visitado esta mañana el entorno renovado del Colegio Menéndez Pelayo, tras la finalización de los trabajos de remodelación. Con una inversión de 957.000 euros y una intervención sobre una superficie de 4.768 m², el proyecto ha transformado las calles Murcia y Rafael de Riego en espacios más seguros, sostenibles y accesibles.
Uno de los principales cambios ha sido la peatonalización de la calle Murcia, entre Rafael de Riego y Méndez Álvaro, convirtiéndola en una extensión del patio escolar. Se ha habilitado un paseo central con parterres, zonas de juego y espacios estanciales, además de un recorrido accesible a lo largo de la fachada residencial. La renovación también ha contemplado un diseño que permite el acceso de vehículos en caso de emergencia.
En Rafael de Riego, se ha reducido el ancho de los carriles y se ha modificado el trazado de la calzada para disminuir la velocidad del tráfico. Asimismo, se han creado bandas naturalizadas con amplios alcorques, nuevas plantaciones y mobiliario urbano sobre pavimento drenante. Entre las mejoras se incluye la instalación de bancos, una fuente accesible de granito y aparcabicicletas.
La intervención también ha incorporado elementos lúdicos como una cama elástica, semiesferas de caucho, muelles y un balancín, además de una iniciativa piloto con nebulizadores de agua para mitigar los efectos del calor extremo. En cuanto a vegetación, se han plantado ocho nuevos árboles y aproximadamente 6.100 plantas, lo que contribuye a la mejora de la calidad ambiental.
Gracias a este proyecto, la distribución del espacio ha cambiado drásticamente: antes de la actuación, el 48 % de la superficie estaba destinada a peatones y el 52 % a vehículos. Ahora, el 75 % es para el tránsito peatonal y solo el 25 % para el tráfico rodado.
Un compromiso con los entornos escolares
Esta remodelación forma parte del programa municipal de mejora de accesos a centros educativos, impulsado por el alcalde José Luis Martínez-Almeida desde 2020. El objetivo de esta iniciativa es garantizar la seguridad de los estudiantes y sus acompañantes mediante mejoras en la accesibilidad, la movilidad y la calidad ambiental de los entornos escolares.
Desde su puesta en marcha, el Ayuntamiento ha intervenido en 348 colegios de la capital, renovando aceras y vías peatonales, reordenando accesos y eliminando barreras arquitectónicas. Este esfuerzo ha contado con la colaboración de diversas direcciones generales del Área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, lo que ha permitido adaptar cada intervención a las necesidades específicas de cada centro en coordinación con las direcciones escolares y las asociaciones de padres y madres.
Con este tipo de actuaciones, Madrid refuerza su compromiso con la seguridad vial y la sostenibilidad, transformando el espacio urbano para mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos.