Un dentista ha sido condenado a 3 años de cárcel y a inhabilitación para ejercer odontología por grabar a una empleada mientras se cambiaba de ropa. Para ello había colocado un dispositivo de grabación en el almacén, donde la denunciante se cambiaba.
El caso viene de atrás cuando, en 2016, la víctima encontró un usb en el suelo de la clínica y lo introdujo en el ordenador para intentar encontrar al propietario. Mayúscula fue la sorpresa cuando lo que vio fue una colección de vídeos suyos en ropa interior mientras se cambiaba de ropa.
El Tribunal Supremo ya condenó al dentista a indemnizar con 62.500 euros a la mujer por haber «quebrantado gravemente y reiteradamente sus derechos fundamentales», en enero del año pasado.