Seis niños de primero y segundo de Primaria verán sus dibujos convertidos en luces navideñas en las calles de Madrid. Es la segunda edición del concurso escolar organizado por el Ayuntamiento de Madrid para diseñar parte del alumbrado navideño, una iniciativa que ha duplicado la participación con respecto al año anterior, con la implicación de 48 centros educativos.
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, acompañado por la delegada de Obras y Equipamientos, Paloma García Romero, y varios concejales de distrito, ha hecho entrega de los premios esta mañana. Durante el acto, el regidor ha destacado la importancia de esta propuesta “que nos hace especial ilusión” y ha subrayado que “todos los que hayáis participado sois igual de importantes para nosotros”.
Los seis dibujos seleccionados serán ahora adaptados por el equipo técnico del Área de Obras y Equipamientos para su instalación en distintos puntos de la ciudad. El jurado ha valorado especialmente la originalidad y la forma en la que los pequeños han plasmado las emociones y símbolos propios de la Navidad.
Los escolares premiados son:
- Martín Troyano Sánchez, del CEIP José Calvo Sotelo, con Cargadito de ilusiones
- Pablo Soriano Moreno, del Colegio Nuestra Señora del Buen Consejo, con Navidad
- Donatto Paolo Rodríguez Morlet, del CEIP Capitán Cortés, con Feliz Navidad
- Claudia Jiménez Orduño, del Colegio Nuestra Señora de Loreto, con Feliz Navidad Madrid
- Lucía Pedroche Ruiz, del Colegio Centro Cultural Palomeras, con Los ayudantes de Santa
- Ámbar Vidal Angiolillo, del Colegio Madres Concepcionistas, con Luces de Belén
Además, el Ayuntamiento ha otorgado una mención especial a dos dibujos de alumnos de tercero de Primaria con síndrome de Down del Colegio de Educación Especial María Corredentora. Aunque fueron presentados fuera de concurso, también serán transformados en luces de Navidad. “Somos una ciudad abierta y acogedora, en la que todos tenemos que disfrutar en igualdad de condiciones”, ha señalado Almeida.
La propuesta busca no solo embellecer la ciudad, sino también fomentar la creatividad de los más pequeños y hacerles partícipes de uno de los momentos más emblemáticos del calendario madrileño, cuyo alumbrado se ha convertido ya en un referente internacional.